domingo, 7 de octubre de 2007

Tapas


Está dirigida y escrita por los poco conocidos José Corbacho y Juan Cruz.

Nos cuenta la realidad de un barrio cualquiera, en este caso L’Hospitalet, y sus personajes. Historias que se entrelazan, girando todas en torno a un nexo común: la soledad.

Raquel (Elvira Minguez): es una mujer entrada en años pero de buen ver, que vive sola y mantiene una relación por internet con un argentino. La soledad que siente y la falta de cariño, hace que un día mantenga un breve pero intenso romance con un chico de 22 años:

César (Rubén Ochandiano): trabaja en un supermercado con su amigo Opo (Darío Paso). Ambos planean las vacaciones a un festival de música. Sus intereses comunes son las fiestas, la droga y el sexo. Jóvenes vividores que quieren aprovechar el tiempo al máximo. Opo se molesta al ver que Raquel se interpone en su amistad con César así como en sus planes del verano.

Conchi (María Galiana): es una anciana pensionista que cuida de su marido Mariano, enfermo de cáncer. Al no poder subsistir únicamente con su pensión, se dedica a vender droga a los jóvenes del barrio en el bar de Lolo. Conchi deberá enfrentarse al temor a la enfermedad de Mariano, así como a la soledad que le espera.

Lolo (Ángel de Andrés): es el dueño del bar del barrio. Su mujer, Marisa, trabaja con él como cocinera. Pero un buen día, harta de ver cómo su marido la explota sin importarle sus sentimientos y sin tener ningún detalle con ella, decide escaparse y abandonar a Lolo. Éste tendrá que contratar entonces a otro camarero: Mao (Alberto Jo Lee). Mao enseñará a Lolo que hay cosas en la vida que importan más que su bar, y que a las personas hay que tratarlas como tales o se irán dejándole solo.

A estos personajes hay que añadir otros tantos como el trío de arpías que se dedican a marujear y hacer comentarios dolorosos; el perro que han dejado solo y que es liberado por Doña Conchi; la novia de Mao, que le espera pacientemente todos los días a la salida del trabajo, la prostituta que da consejos a Lolo para recuperar a su mujer...

Todos ellos personajes con un enorme sentimiento de soledad, la necesidad de tener alguien al lado con quien compartir su vida, alguien a quien querer y en quien confiar. Porque todos forman parte del mismo barrio, pero ninguno sabe lo que siente y padece su vecino, ni le importa.

1 comentario:

Antero dijo...

Hace un tiempo que la vi y me pareció una buena película, una película de vidas solitarias muy bien reflejado en tu post.