domingo, 30 de marzo de 2008

Si nadie habla de las cosas que importan


Jon McGregor nos describe en ‘Si nadie habla de las cosas que importan’ un barrio cualquiera en un día cualquiera. Niños que juegan por las calles, parejas que celebran su amor, estudiantes que recogen sus cosas para embarcarse en el mundo laboral, jóvenes despertando de una noche de fiesta... Personas cotidianas, como tú, como yo, como cualquiera de nosotros. Pero un accidente cambiará ese día.

Varios años después, una mujer lo recuerda. Su situación ahora ha cambiado, su vida presenta unas decisiones y cambios importantes que tendrá que ir asumiendo. Serán unas fotos sacadas por un vecino suyo las que le enseñen lo importante de gestos cotidianos. Lo especial de cada una de esas personas. Las cosas importantes que nunca se han dicho. Un nombre no preguntado, un teléfono sin pedir, saludos a personas de las que no sabes apenas nada, gente que vive alrededor tuya y por la que nunca te has preocupado. Y de cómo a veces nos callamos precisamente las cosas que más nos importan, por miedo a hacer daño a los demás, o a no ser entendidos o a ser juzgados, o simplemente por falta de valor.

“Creo que confiaba en que ella notara que algo no iba bien sin que yo tuviera que decírselo, que yo le hablase de mis zapatos nuevos y ella me preguntara bueno ¿y qué me estás preguntando en realidad?”
Las historias que se nos cuentan en este libro se suceden como las fotografías de la caja. Porciones de diferentes vidas en un día que marcó un antes y un después en la vida de la protagonista.

Es un libro cargado de poesía y en el que se remarcan los pequeños gestos, tan importantes, y de los que nunca se hablan. Pequeños detalles que pasan desapercibidos en el día a día, pero que están ahí y de los que se debe hablar porque realmente importan.

“Todos los correos electrónicos que recibo estos días empiezan con lo siento pero he estado muy ocupado; y no entiendo cómo podemos estar tan ocupados y no tener nada que contarnos”.

Esta es la primera novela de Jon Mcgregor, un joven escritor que con tan solo 26 años se convirtió en el candidato más joven al premio Booker por este libro.

“Él dice, hija mía, y todo el amor que tiene está encerrado en su tono de voz cuando pronuncia esas dos palabras, dice hija mía siempre tienes que mirar con los dos ojos y escuchar con las dos orejas. Dice éste es un mundo muy grande y hay muchas, muchas cosas que podrías perderte si no estás atenta. Dice pasan cosas importantes a todas horas, ante nuestras narices, pero tenemos en los ojos como las nubes que tapan el sol y nuestras vidas son más pálidas y pobres si no las vemos por lo que son.
Él dice, si nadie habla de las cosas que importan ¿cómo pueden llamarse importantes?”.

viernes, 28 de marzo de 2008

'Dios' de Woody Allen


Hacía tiempo que no me reía tanto con una obra de teatro (será porque hacía tiempo que no veía una auténtica comedia...). En esta obra, los personajes de Woody Allen empiezan a pensar por sí mismos. Interpretan a dos griegos que están intentando encontrar un final a una obra, pero a la vez se dan cuenta de que son actores interpretando a actores... ¿Y si decidieran hacer lo que libremente quieren sin tener en cuenta el guión? ¿Qué le parecería al autor? ‘Oh, está bien, pero llámame luego para contarme cómo acaba’.

¿Somos todos actores de una inmensa obra de teatro creada por un Dios con un sentido del humor bastante negro? ¿Somos libres de tomar nuestras propias decisiones y de no seguir lo establecido, lo escrito?

Para empezar, yo soy atea ‘gracias a Dios’. Por lo tanto no acostumbro a plantearme estas cosas porque ya sé cuál es mi respuesta. Pero me parece muy divertida la idea de crear unos personajes que cobran vida y empiezan a vivir independientemente de ti, tomando sus propias decisiones. Imaginad que el lobo estepario de Herman Hess se rebelara contra su autor y decidiera ser feliz!! ‘Mira Herman, he pensado que ya estoy harto de vivir en soledad, incomprendido y marginado, así que he decidido que voy a ser uno más y me voy a poner a ver ‘Fama’ y ‘Gran Hermano’ para poder hablar con el resto de la gente.’ Bueno... quizá sea importante que haya un autor que mantenga el orden jaja.

La idea de crear un Dios para encontrar un sentido a nuestras vidas es tan fácil como el Deus ex machine de los griegos. Cuando no sabemos por dónde escapar, cuando no encontramos un sentido a todo esto... puf!, aparece Dios en su máquina y lo soluciona todo, le da un sentido a nuestra vida y algo por lo que seguir adelante.

Por eso en esta obra nos encontramos con una Blanche Dubois que, harta de su sufrimiento en ‘Un tranvía llamado deseo’ decide colarse en esta obra para que ese Dios milagroso le ayude.

De esta forma lo único que hacemos es convertirnos en personajes de una obra en la que está todo escrito, sin poder de decisión sobre sus vidas. ¿Queremos eso? ¿O preferimos decidir sobre nuestra vida, asumiendo las consecuencias de nuestros actos?


Mis felicitaciones a los actores que interpretaron esta magnífica obra ayer por la noche en el Teatro Gayarre, como colofón final a un maratón de teatro que duró cuatro horas y media, con un éxito que pocas veces se ve en el teatro.

lunes, 24 de marzo de 2008

En el Valle de Elah

‘En el Valle de Elah’ es una película sobre la realidad de una guerra que, a pesar de haber terminado ya, se está viviendo aún, y cuyas consecuencias seguirán apareciendo a lo largo de los años.

El director y guionista de esta película, Paul Haggis, nos enseña el otro lado de la guerra de Irak. El veterano de guerra Hank Deerfield comienza a buscar a su hijo, un soldado recién llegado de Irak y que se ha ausentado de la base sin permiso. Durante su búsqueda irá descubriendo lo que su hijo ha vivido en la guerra y en lo que ello le ha convertido. Soldados que van a una guerra cruel, llena de injusticias y barbaridades. ¿Qué pasa si ves un muerto, al día siguiente otro, al siguiente matas a alguien, y al siguiente también...? ¿Qué pasa si te acostumbras a ver crueldades y violencia? O puede contigo y te vuelves loco, o acabas acostumbrándote tanto que pierdes la capacidad de distinguir qué está bien o mal y pierdes los escrúpulos. Ambas cosas vienen a ser lo mismo. Son soldados con un conflicto interior tan grande después de lo que han vivido, que necesitan encontrar una salida, sea como sea.

Paul Haggis nos muestra estas consecuencias. Hank Deerfield descubre la degradación del ejército actual, un ejército en el que ha metido a su propio hijo quien llega incluso a pedirle que por favor le saque de ese infierno.

A través de imágenes de móvil que grabó su hijo, Hank va descubriendo poco a poco, algo incompleta, algo distorsionada, la realidad de la guerra de Irak, al igual que nosotros, a quienes poco a poco nos van llegando imágenes distorsionadas en el telediario, verdades incompletas que nos dejan entrever lo que está suponiendo esa injusta y estúpida guerra.

‘En el Valle de Elah’ es la historia de David y Goliat, un David que se enfrenta a sus temores y los vence con su honda. La lucha de todos esos soldados que intentan vencer sus miedos enfrentándose a su Goliat particular. Y solo la voz de un niño demuestra algo de conciencia al preguntar ‘¿Y por qué mandan a David a luchar si solo es un niño?’.

Es muy representativa la imagen en la que el padre ve cómo entra un nuevo soldado en la base, uno muy jovencito, con la ingenuidad y la inocencia aún en la mirada, y le mira pensando 'acabarás convirtiéndote en un monstruo, como todos los demás, como mi hijo'.

La película acaba con un grito de ayuda del padre, colocando una bandera americana al revés, símbolo de que necesitan que vayan a salvarles, porque ellos no pueden salvarse solos.

jueves, 20 de marzo de 2008

31 songs

"Pero algunas veces, muy de vez en cuando, canciones, libros, películas y fotografías expresan a la perfección lo que tú eres. Y no lo hacen necesariamente con palabras o imágenes; la conexión es mucho menos directa y más complicada que eso"


Nick Hornby, 31 songs


John Wesley Harding - I'm wrong about everything

domingo, 16 de marzo de 2008

Dónde crees que vas y quién te crees que eres

"Al principio no hay más que un agujero enorme sin nada alrededor. Y caos que forman parte de lo solo que te has quedado. Y gente que mira en tu corazón igual que policías registrando una maleta. Al principio sabes que tienes que saltar, pero no sabes desde dónde hasta dónde. Y todos los sitios a los que entras son sitios que están vacíos. Y descubres demasiado pronto que cada cosa que pierdes te convierte en una persona distinta."



Dónde crees que vas y quién te crees que eres, Benjamín Prado

lunes, 3 de marzo de 2008

Manu Chao Vs PP

Parece que el PP va en serio con lo de no respetar los derechos de autor jeje. Pero al menos podrían hacerlo con algún cantante que no vaya tan en contra de ellos. Tanto como se meten con los artistas y luego les roban el trabajo. Mal mal Marianico.

Manu Chao denunciará al PP por utilizar una de sus canciones sin permiso




domingo, 2 de marzo de 2008

La Soledad

Jaime Rosales dirige esta película, premiada con tres premios Goya, entre ellos a la mejor película.

En ella nos cuenta la historia de varios personajes, cada uno con sus alegrías y sus tristezas, sus vidas, normales, como cualquiera de las nuestras. Asistimos a ellas como espectadores que se cuelan a través de una ventana, observando.

Adela y Antonia son dos mujeres de distintas generaciones. Cada una sufre sus desgracias. La primera pierde a su hijo de 14 meses en un atentado, y la segunda ve cómo sus hijas se enfrentan entre ellas.

Los diálogos son simples, sin nada especial, conversaciones que se tienen en el día a día, sobre el tiempo, las obras de Madrid, la belleza estética... nada importante, nada profundo. Pero en los rostros de las personas vemos su dolor. Todas sus emociones las guardan para dentro. Los compañeros de piso de Adela se sienten mal por lo que le ha pasado y porque la ven mal, pero en ningún momento le preguntan qué tal está ni le piden que se desahogue, ni ella les cuenta lo que siente, lo que sufre. Está ella sola con su dolor.

Por otro lado, Antonia no quiere vender su casa, pero no se atreve a decírselo a su hija porque ésta cuenta con el dinero para poder comprarse una casa de veraneo. Cree que su hija es una egoísta y se siente mal cuando descubre que ella es la última en ver la casa. Pero en ningún momento se lo dice, evita los enfrentamientos, les dice a sus otras hijas que no pasa nada, que no es importante, cuando protestan porque ven lo que está sucediendo. Lleva su dolor ella sola, sin compartirlo con nadie.

Es el problema de la incomunicación en el mundo que vivimos. Sin embargo, a pesar de que los personajes no expresan sus emociones, nosotros desde fuera, como observadores, percibimos lo que sienten con sus gestos, sus miradas, sus silencios. Quizá lo que pasa es que en el día a día debemos aprender a observar más a la gente que nos rodea. Darle más importancia a las miradas y los gestos que a las palabras ya que muchas veces éstas engañan. No resulta fácil comunicarse en un mundo en el que la gente va a lo suyo y pocas veces se preocupa de los demás. O con gente que a veces se preocupa más de su propio bienestar que del de los demás.

Por ello creo que si alguien realmente nos importa, sabremos ver más allá de las palabras. A veces un ‘todo va bien’ como el que le dice Adela a su padre encierra un ‘estoy mal, pero no puedo decírtelo’. Pero ¿cuál es la respuesta que realmente queremos ver?