miércoles, 30 de diciembre de 2009

(In)comunicación


Me voy quedando sin palabras. Me agota la imposibilidad de comunicarme con la gente, como si hablara un idioma extraño que nadie entendiera. Y las conversaciones se convierten en un repetir constante de las mismas palabras creyendo que no es que no entiendan sino que no escuchan. Pero las palabras rebotan en un muro de cristal… una y otra vez…, convirtiéndose en simples ruidos carentes de significado.

Resulta paradójico que aquellas personas que no hablan mi idioma sean, a la vez, las que mejor me entiendan. Mientras que aquellas con las que comparto lenguaje, son incapaces de comprender lo que intento explicarles constantemente. Alguien me dijo que las palabras separan y empiezo a comprobar que es cierto.

Eugène Ionesco hablaba de la tragedia del lenguaje, “Más tarde, estas verdades elementales y sensatas se habían vuelto descabelladas, el lenguaje se había desarticulado, los personajes se habían descompuesto; la palabra absurda se había vaciado de su contenido y todo acababa en una pelea cuyos motivos era imposible conocer, pues mis héroes se lanzaban no ya réplicas, ni siquiera fragmentos de proposiciones, ni palabras, sino sílabas, o consonantes, ¡o vocales! ...”. El lenguaje ya no es un medio a través del cual entendernos sino un constante ir y venir de clichés, frases hechas sin ningún sentido, sonidos que no dicen nada.

lunes, 28 de diciembre de 2009

Hasta que todo encaje

Hasta que todo encaje - Quique González

domingo, 20 de diciembre de 2009

La mecanique du coeur

Tais toi mon coeur - Dionysos

martes, 15 de diciembre de 2009

El túnel

" A veces volvía a ser piedra negra y entonces yo no sabía qué pasaba del otro lado, qué era de ella en esos intervalos anónimos, qué extraños sucesos acontecían; y hasta pensaba que en esos momentos su rostro cambiaba y que una mueca de burla lo deformaba y que quizá había risas cruzadas con otro y que toda la historia de los pasadizos era una ridícula invención o creencia mía y que en todo caso había un solo túnel, oscuro y solitario: el mío, el túnel en que había transcurrido mi infancia, mi juventud, toda mi vida. Y en uno de esos trozos transparentes del muro de piedra yo había visto a esta muchacha y había creído ingenuamente que venía por otro túnel paralelo al mío, cuando en realidad pertenecía al ancho mundo, al mundo sin límites de los que no viven en túneles; y quizá se había acercado por curiosidad a una de mis extrañas ventanas y había entrevisto el espectáculo de mi insalvable soledad.

(...)

Yo no decía nada. Hermosos sentimientos y sombrías ideas daban vueltas en mi cabeza, mientras oía su voz, su maravillosa voz. Fui cayendo en una especie de encantamiento. La caída del sol iba encendiendo una fundición gigantesca entre las nubes del poniente. Sentí que ese momento mágico no se volvería a repetir nunca. -Nunca más, nunca más- pensé, mientras empecé a experimentar el vértigo del acantilado y a pensar qué fácil sería arrastrarla al abismo, conmigo. "

El túnel - Ernesto Sábato

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Ya quisiera yo...

Ya quisiera yo - Ismael Serrano

"El caso es que me afectan las cotidianas tristezas,

la de los supermercados, la del metro y las aceras,

también las que me quedan lejos,

las de los secos desiertos, las de las verdes selvas.

[…]

El caso es que me afectan, quizás demasiado,

la tristeza de los suburbios, el drama urbano,

saber que seremos caníbales dentro de poco

y que no habrá carne suficiente para todos."