jueves, 22 de septiembre de 2011

Breve historia de la incredulidad

Empecé a dejar de creer cuando te conocí. Una persona que decía ser honesta, sincera y fiel a sus principios… Si mi vida estuviera en tus manos, ya me podría ir despidiendo de ella.

Con la crisis llegaron más demostraciones de cómo los hombres se pueden volver animales en cuestión de segundos. Enfrentamientos, mentiras, traiciones… todo por mantener un puesto de trabajo que te deshumaniza cada día más hasta el punto de no reconocerte cuando te miras en el espejo.

Y las noticias se suceden… Intentos descarados de controlar las noticias que nos llegan, robos a plena luz del día de aquellos que dicen ser nuestros representantes políticos o jefes de empresa, medidas económicas que oprimen a los ciudadanos mientras los políticos siguen ahí arriba, como cerdos en su pocilga, con los trajes a punto de reventarles de tanta opulencia y se ríen de todos nosotros, infelices, que tendremos que trabajar hasta los 67 años (de momento…). Ellos tienen sus vidas hechas… y muy bien hechas. Ahora solo tendrán que supervisar nubes…

Mientras tanto, el mundo de la cultura sufre recortes irreversibles. Las ONG’s ya no tienen dinero para seguir con los proyectos que han comenzado, incluso algunos que ya tenían cerrados. Se siguen recortando derechos sociales, laborales, humanos…, la bolsa cae cada día un poco más, los rescates penden de un hilo, ya no hay dinero… Y cómo duele ver que se tira el dinero en cosas innecesarias mientras se recorta en educación… Y los medios de comunicación ya apenas se hacen eco de los Indignados… porque ya no son noticia, porque toda la mierda que nos está viniendo encima tampoco es noticia.

Como dice Eduardo Galeano, “El poder es como un violín. Se toma con la izquierda y se toca con la derecha."

Y yo, como otras veces, sucede que me canso de ser hombre… y giro la cabeza para poder mantener un aliento vivo.

Nos queda la música de R.E.M, sus letras, las que escribieron durante 31 años de carrera, para ahora dejarlo definitivamente. Ellos también se han cansado… han perdido su religión después de un mal día que dura ya mucho tiempo…



R.E.M - Bad Day

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Happy birthday


¿Cómo será el mundo cuando no pueda yo mirarlo
ni escucharlo ni tocarlo ni olerlo ni gustarlo?
¿cómo serán los demás sin este servidor?
¿o existirán tal como yo existo
sin los demás que se me fueron?
sin embargo
¿por qué algunos de éstos son una foto en sepia
y otros una nobe en los ojos
y otros la mano de mi brazo?
¿cómo seremos todos sin nosotros?
¿qué color qué ruidos qué piel suave qué sabor qué aroma
tendrá el ben(mal)dito mundo?
¿qué sentido tendrá llegar a ser protagonista del silencio?
¿vanguardia del olvido?
¿qué será del amor y el sol de las once
y el crepúsculo triste sin causa valedera?
¿o acaso estas preguntas son las mismas
cada vez que alguien llega a los sesenta?
 
ya sabemos cómo es sin las respuestas
mas ¿cómo será el mundo sin preguntas?

Mario Benedetti


jueves, 11 de agosto de 2011

Hurt - Johnny Cash



Hurt - Johnny Cash

Everyone I know goes away
In the end
[...]
If I could start again
A million miles away
I would keep myself
I would find a way

miércoles, 27 de abril de 2011

Perfect Day


Lou Red - Perfect Day

sábado, 9 de abril de 2011

Recuerdos


Llamaron a la puerta. El día ya había oscurecido pero se respiraba la suave brisa primaveral que acompaña a los primeros días de calor antes del verano. Ella descansaba tranquilamente con un libro en una mano y una copa de vino en la otra. No hay mayor placer que dejarse mecer por la suavidad de la noche tras un día de trabajo agitado.


Se levantó del sofá con la lentitud contagiada por la paz en la que se había sumido y que ahora rompía el sonido estremecedor de un timbre que la devolvía a la realidad. Con paso lento y dudoso se acercó hasta la puerta, curiosa por saber quién se atrevía a invadir su intimidad a esas horas. Observó por la mirilla al otro lado, pero no había nadie, solo la oscuridad del rellano. Abrió la puerta y sobre el felpudo se encontró una caja de tamaño mediano. Qué extraño… ¿Qué será? ¿Quién la habrá dejado ahí?


Una vez más, la curiosidad guió sus pasos. Se agachó para cogerla pero pesaba demasiado. Finalmente, la empujó al interior de la casa con pequeños golpes de patada. Antes de cerrar la puerta, lanzó una última mirada al rellano por si lograba descubrir alguna pista que le indicara quién había dejado esa caja ahí.


Qué extraño le resultaba todo eso. Sus movimientos, que antes eran tranquilos y relajados, ahora se habían vuelto rápidos e inquietos. Nerviosa, fue hasta la cocina y cogió unas tijeras para poder abrir la caja. ¿Había pedido algo? No, no recordaba haber hecho ninguna compra o pedido en los últimos meses. ¿Será un regalo? Pero no era ni su cumpleaños, ni navidad, ni ninguna fecha que mereciera un regalo. ¿Será un admirador? Una pequeña sonrisa asomó en su cara.


Rápidamente cogió las tijeras y cortó la cinta que cerraba la caja. Respiró hondo y abrió con delicadeza la tapa. Y allí estaban… todos los recuerdos de una vida. Se quedó sin aliento y cerró rápidamente la caja. ¿Qué había pasado? ¿Cómo habían logrado encontrarla? Maldita sea! Pensaba que los había despistado pero estaba claro que habían sabido cómo localizarla. Derrotada, se dejó caer en el suelo, sentada junto a la caja. No podía seguir huyendo. No tenía ningún sentido. De una manera u otra volverían a juntarse. Así que lo mejor era afrontarlo cuanto antes, mirar de frente a esos recuerdos y decirles: “se acabó, dejadme vivir en paz y mirar al futuro”.






Pedro Guerra - 2000 recuerdos


viernes, 11 de febrero de 2011

Instrucciones para salvar el odio eternamente

Ismael Serrano - Instrucciones para salvar el odio eternamente

sábado, 5 de febrero de 2011

Uprising

Muse - Uprising

miércoles, 2 de febrero de 2011

Todos ustedes parecen felices

Todos ustedes parecen felices

…Y sonríen, a veces, cuando hablan.
Y se dicen , incluso,
palabras
de amor. Pero
se aman
de dos en dos
para
odiar de mil
en mil. Y guardan
toneladas de asco
por cada
milímetro de dicha.
Y parecen -nada
más que parecen- felices,
y hablan
con el fin de ocultar esa amargura
inevitable, y cuántas
veces no lo consiguen, como
no puedo yo ocultarla
por más tiempo; esta
desesperante, estéril, larga
ciega desolación por cualquier cosa
que -hacia donde no sé-, lenta, me arrastra.


Ángel González

viernes, 21 de enero de 2011

No such thing


No such thing, de Hal Hartley (2001), nos cuenta la historia de un monstruo que habita en un lugar alejado en la fría Islandia. Este monstruo vive desde que la humanidad existe, sembrando el miedo y matando a todo aquél que se pone a su alcance. Pero ha llegado a un momento en el que se ha cansado de esa triste vida. Quiere morir, pero no sabe cómo. Un ser capaz de matar a todos es incapaz de matarse a sí mismo, porque es inmortal. Solo un científico al que han encerrado por considerarle loco, tiene la fórmula para acabar con él.

Beatriz es una joven reportera a la que la vida le ha quitado todo lo que tenía: su madre murió siendo ella muy joven, no conoce a su padre, y su novio es un cámara que ha ido en busca del monstruo de Islandia y que aún no ha vuelto. Sin nada más que perder, decide ir a buscarle. En el camino, por si aún no hubiera sufrido bastante, su avión se estrella siendo ella la única superviviente. Su personaje demuestra fuerza (o falta de sentimiento ya que su rostro no expresa ni dolor, ni pena, ni alegría). De forma inconsciente o valiente, según como cada uno quiera tomárselo, emprende camino hasta el pueblo donde vive el monstruo para preguntarle si ha matado a su novio. El monstruo, sorprendido por la ingenuidad de Beatriz, le pedirá ayuda para poder matarse. Será entonces cuando ambos emprendan una aventura totalmente surrealista para encontrar al científico que les podrá ayudar.


Se creará un auténtico reality show alrededor de la figura del monstruo y la joven Beatriz, se le examinará, se le pondrá a prueba, se le utilizará como un animal de feria, se jugará con él, hasta el punto de llegar a darnos verdadera lástima. Al final, ese monstruo no es más que lo que todos hemos creado, es el producto de la propia humanidad, consecuencia de sus crueldades, envidias, lujurias y egoísmos. Hal Hartley nos enseña al monstruo que todos podemos llegar a ser y al que podemos llegar a crear.


El personaje de Beatriz me ha parecido realmente cómico. Supongo que la carencia de expresión emotiva por su parte y el cúmulo de desgracias verdaderamente surrealistas hacen que te lo tomes con un humor algo sarcástico. Además, resulta bastante difícil creer en la existencia de un personaje tan ingenuo y “bueno”. Destaco en este sentido la escena en la que el monstruo le pregunta si no va a intentar matarle por ser tan cruel y perverso y ella le dice que tendrá que ser primero juzgado y, si realmente es culpable, entonces cumplirá su condena. Solo a una niña ingenua se le ocurre hablar de justicia a un monstruo… ¿o quizá no?


El personaje del monstruo, en cambio, es más teatral. Gestos exagerados, gritos al cielo clamando su desgracia… A veces tierno, a veces patético, a veces cómico… pero en ningún momento terrorífico.


En definitiva, es un cuento de ficción con una clara moraleja final quizá demasiado moralista.



miércoles, 19 de enero de 2011

Las vidas posibles de Mr. Nobody


Año 2092. La humanidad es inmortal y solo queda un ser mortal sobre la tierra: Nobody, porque no sabe quién es. Su muerte se convierte en un acontecimiento mediático y periodistas se acercan a él para preguntarle cómo era la vida cuando había muerte, cómo era el amor, el sexo, las relaciones humanas, cómo se alimentaban… Ya no queda nada de aquella vida anterior.


En un intento por recordar lo que fue su vida, Nemo Nobody comienza a narrar su historia. O mejor dicho, sus historias. Nemo vivió todas las opciones, tomó todas las decisiones, o al menos en su cabeza. Nos cuenta lo que hubiera sido su vida si… no hubiera perdido el zapato de pequeño mientras corría hacia el tren, si no hubiera caído aquella gota de lluvia sobre el papel, o si no se hubiera estrellado aquel pájaro contra el cristal de su coche…

Tres niñas, tres adolescentes, tres mujeres que se cruzan en su vida. ¿Por qué elegir solo una vida? ¿Y si pudieras vivir todas ellas, tomar todas las elecciones posibles? ¿Y si pudieras vivir tu vida en distintos planos temporales? Solo así podrías saber cuál es la vida que de verdad querías vivir; habiendo conocido las otras también. Nos encontramos por lo tanto con tres Nemos distintos, con profesiones, carácter y aficiones distintas, en tres planos temporales distintos. La historia va saltando de una vida a otra sin una continuidad temporal, aunque de forma acertada. Sin embargo, en algún momento puede llegar a resultar algo confusa y con ciertas repeticiones.

A lo largo de toda la historia la pretensión del director (Jaco Van Dormael) es la de provocarnos una serie de emociones y formular preguntas que se queden en estado latente en nuestras cabezas. Todo ello a través de unas imágenes de gran belleza, acompañadas por una banda sonora muy acorde a cada momento.

Es una historia contada de una forma nada tradicional, en la que se mezcla lo real y lo imaginado hasta confundirnos y no saber qué es lo que realmente ha pasado y qué lo que está dentro de la imaginación del niño o del anciano Nemo. Destruye el concepto de espacio-tiempo para no poner límites a la historia y así poder vivir todas las opciones posibles. Aunque al final, solo una será la elegida.

“No podemos volver atrás, por eso es tan difícil elegir. Tienes que tomar la decisión correcta. Mientras no elijas, todo sigue siendo posible”




jueves, 13 de enero de 2011

Vida

VIDA


Después de todo, todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fue todo.
Después de nada, o después de todo
supe que todo no era más que nada.

Grito ¡Todo!, y el eco dice ¡Nada!
Grito ¡Nada!, y el eco dice ¡Todo!
Ahora sé que la nada lo era todo.
y todo era ceniza de la nada.

No queda nada de lo que fue nada.
(Era ilusión lo que creía todo
y que, en definitiva, era la nada.)

Qué más da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo para nada.


José Hierro, Vida

miércoles, 12 de enero de 2011

No te echo de menos

Con permiso, Señor Serrano...

Después de todo, ya no te echo de menos.
Porque eso es lo que pasa cuando el alma
se acostumbra
a la ausencia de un cuerpo.
Y sólo queda
esa melancolía de los viejos amantes,
cuando apenas consiguen
recordar cómo era
la caricia gloriosa, el temblor delicado
de un vientre, una palabra,
el gusto a la saliva
y esa muerte pequeña de cada madrugada.

Estoy hecho a tu ausencia. Lo mismo que si fuera
la tarea diaria para ganar el beso.
Igual que si estuviera
esperando unos labios sin parada.
Como si entrara en bares
donde sirven
el calor de tu piel con un chorrito
del limón del olvido.
Sabiendo que ya nada ha de juntarnos
el nombre y apellido de tu carne
con el hueso sin letras de mi cuerpo.

Ya no te echo de menos.
Sólo siento
de corazón en cuando
una suave nostalgia,
el miedo a que no seas.
Y entonces te recreo. ¿Cómo era,
tu blusa y tu sonrisa?
Si acaso, sueño mío, en este instante
añoro a una mujer
que no sé si existió. Y que no importa.

Rodolfo Serrano

martes, 11 de enero de 2011

In memoriam María Elena Walsh (1930 - 2011)



Como a sus vanas hojas
el tiempo me perdía.
Clavada a la madera de otro sueño
volaban sobre mí noches y días.

Poblándome de una
nostalgia distraída
la tierra, el mar, me entraban en los ojos
y por ociosas lágrimas salían.

Cuántos papeles ciegos
en la tarde vacía.
Qué multitud de imágenes miradas
como a través de una mortal llovizna.

Entorpecidas sombras
en vez de manos mías,
de tanto enajenarse en los espejos,
todo lo que tocaba se moría.

Memorias y esperanzas
callaban su agonía:
un porfiado presente demoraba
siempre las mismas ramas amarillas.

[...]

María Elena Walsh, Balada del tiempo perdido

lunes, 3 de enero de 2011

A ciegas


A ciegas es la adaptación cinematográfica que Fernando Meirelles hace del libro Ensayo sobre la ceguera, de José Saramago. Cuenta con actores de la talla de Gael García Bernal, Julianne Moore o Mark Ruffalo entre otros muchos.


En una ciudad todo transcurre con “normalidad”. Tráfico, gente que va al trabajo, personas que caminan sin detenerse… Pero esta habitual jornada se ve trastocada por un incidente: un hombre que va conduciendo se queda repentinamente ciego. A la gente parece no importarle mucho. Únicamente les preocupa estar parados sin poder avanzar hacia su destino. Pitidos, gritos, insultos… Es el comienzo de A ciegas.


Lo que al principio parece un incidente aislado empieza a contagiarse en toda la ciudad hasta extenderse a todo el país. Las personas que se quedan ciegas son puestas en cuarentena. En los barracones en los que se les aísla deben configurar un orden: un representante de sala que se encargue de hablar con el exterior, un orden en la repartición de la comida… El miedo y el afán de supervivencia, hace que se desaten los instintos más bajos y miserables de las personas.


"Dentro de nosotros existe algo que no tiene nombre y eso es lo que realmente somos." Ensayo sobre la ceguera


Pero entre todos los ciegos hay una única persona capaz de ver. La mujer del médico se hace pasar por ciega para poder acompañar a su marido y cuidar de él. Ella será la encargada de acompañar al grupo y guiarles. Y también será la única persona capaz de ver las barbaridades y miserias a las que puede llegar la raza humana.


"Pienso que todos estamos ciegos. Somos ciegos que pueden ver, pero que no miran". Ensayo sobre la ceguera.


No es una película de ciencia ficción. Ni siquiera de realismo mágico… Es la realidad actual. Un mundo de ciegos que no ven más allá de sus propias narices. Incapaces de preocuparnos por los demás porque estamos tan centrados en nuestra propia vida que no vemos lo que le pasa al de al lado. El temor ha llegado hasta tal punto que somos capaces de pisotear al de al lado por un puesto de trabajo o por una hogaza de pan. Tenemos tanto miedo de perder nuestro bienestar que no nos molestamos en ayudar al que lo ha perdido o al que necesita nuestra ayuda. Saramago nos enseña en esta historia lo que sucede si no vemos más allá de nuestras narices.


"...es lo que decimos cuando no queremos mostrar nuestra debilidad, decimos, Bien, aunque nos estemos muriendo, a esto le llama el vulgo hacer de tripas corazón, fenómeno de conversión visceral que sólo en la especie humana ha sido observado." Ensayo sobre la ceguera.


¿Qué papel representa la mujer del médico en esta historia? Es la única persona que conserva la visión. Es la única persona capaz de ver más allá de su propia desgracia hasta el punto de entregarse completamente para ayudar a los demás y guiarles. En el mundo aún quedan personas capaces de ver la realidad. Esas personas son las responsables de abrir los ojos a aquellos incapaces de ver.


"No encontró respuesta, las respuestas no llegan siempre cuando uno las necesita, muchas veces ocurre que quedarse esperando es la única respuesta posible". Ensayo sobre la ceguera