jueves, 22 de noviembre de 2012

Ausencias


Supongo que lo que más duele es pensar en lo que fue y ya no es. Pensar en lo que se tuvo y se perdió. Nos seguimos aferrando a lo que fue en un tiempo pasado, que ahora creemos feliz, sin darnos cuenta de que todo ha cambiado… pero nosotros no. Seguimos anclados en lo que ya no es.

Ya nada es lo que era. Hemos perdido derechos que nos habían costado sudor, lágrimas y, en ocasiones hasta sangre, conseguir. Nos hemos ido acomodando en una monotonía que, de un día para otro, se ha resquebrajado y ahora no sabemos cómo actuar. Llevamos tanto tiempo sentados sin hacer nada, que ya no sabemos cómo ponernos en pie… Así que van pasando los días mientras vemos cómo se van perdiendo nuestros derechos, nuestro dinero, nuestro trabajo, nuestra familia, nuestros amigos… nuestra vida. Y lo único que hacemos es cruzar los dedos deseando que no nos perdamos nosotros también… y lo que no sabemos es que llevamos perdidos mucho tiempo.

Tus promesas se perdieron el mismo día que desapareciste de mi vida… Pero “en mi recuerdo existes y en mi memoria…”. Noto cada día el frío de tu ausencia encañonándome las entrañas. Y recuerdo lo bonito que fue tenerte a mi lado... caminar contigo.



Francisca Valenzuela - En mi memoria 


VIDA

Después de todo, todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fue todo.
Después de nada, o después de todo
supe que todo no era más que nada.

Grito ¡Todo!, y el eco dice ¡Nada!
Grito ¡Nada!, y el eco dice ¡Todo!
Ahora sé que la nada lo era todo.
y todo era ceniza de la nada.

No queda nada de lo que fue nada.
(Era ilusión lo que creía todo
y que, en definitiva, era la nada.)

Qué más da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo para nada.

José Hierro



7 comentarios:

TRoyaNa dijo...

Thabitha,
cuanto tiempo!
así es,todo cambia,por mucho que nos asalte la nostalgia y la memoria nos ponga trampas en las que podamos caer.
Aún con todo,quiero pensar que nada en vano,que todo de alguna manera nos ayuda a crecer.
bsts

Thabitha dijo...

Troyana! Cómo me alegra verte por aquí.

Creo que lo peor que se puede hacer es esforzarse en que las cosas no cambien, porque luego la frustración es mayor. Es inevitable, mientras el mundo siga girando, que las cosas cambien, las personas se vayan, y nosotros dejemos de ser lo que éramos...

Pero cómo duele ver que hay cambios a peor!! O involuciones...

Me alegro de que, al menos, tú sigas por aquí ;)

Un beso!!

JOSU dijo...

Hola thabiyha... mira otra forma d ever las cosas, a mi me ayuda bastante. Un abrazo y ánimo.

El sufrimiento puede ser quitado de tu vida cuando aceptes que ya ha sido demasiado y que hay otro camino.

"No te quieres rendir, rendirse significa "aceptar este momento como es". Pero no serás capaz de rendirte a menos que estés sufriendo mucho, y ya hayas tenido suficiente.


Y en determinado momento reconoces que todo ese sufrimiento es autoinflingido (te lo haces tú), es creado por no querer aceptar las cosas como son, es creado cuando interpretas las cosas a tu manera de algo que ya Es.

El sufrimiento proviene de los pensamientos, de la manera que interpretamos las cosas, no de la situación.

Los seres humanos crean su propio sufrimiento. Asi que, te das cuenta que ya tuviste suficiente, y solamente cuando ya tuviste verdadeamente suficiente sufrimiento en tu vida, eres capaz de decir: "Ya no necesito este sufrimiento".El sufrimiento es un gran maestro. Es la única forma de aprendizage espiritual de muchas personas. El sufrimiento te hace profundizar, poco a poco, te hace interiorizar, te muestra cual es el ego.

Para algunas personas este conocimiento llega cuando sienten que ya tocaron fondo.

Lo que hacen es alimentar el sufrimiento hasta que llegan al punto de estar listos para escuchar el mensaje que dice: "Hay otra forma de vivir sin crear más sufrimiento para ti mismo".

Cuando estás listo para escuchar este mensaje, que es realmente el mensaje que hay en la espiritualidad, llega el fin de vivir en un estado de sufrimiento.

Por tanto, uno podría decir que necesita sentir el sufrimiento para darse cuenta de que ya no necesita sufrir más. Si no ha sufrido, esta enseñanza no podria existir.

Porque como ser humano, no crecería espiritualmente si no hubiera sufrido.

Cuando ya no te causas más dolor a ti mismo, porque recuerda que son tus pensamientos y la forma de ver las cosas lo que te hace sufrir más que nada (no es la situación, sino la interpretación tuya de la situación). Cuando ves eso, ves que hay otra forma de vivir en la cual ya no luchas mentalmente para tratar de cambiar lo que Es, es cuando llega el fin del sufrimiento autoinflingido. Y si ya no lo hago conmigo mismo, tampoco lo haré con los demás.

ECKHART TOLLE

Thabitha dijo...

Kaixo Josu. Qué bien leerte por la Estepa.

Está claro que el sufrimiento viene dado por nuestra propia mente. Por eso precisamente comienzo el escrito con “lo que más duele es pensar…”.

Creo que entre ese “dejar de auto flagelarte con tu propia mente” y el “vivir la realidad tal y como es” hay un punto intermedio en el que no sabes dónde estás… una especie de “en tierra de nadie” en el que a veces vas hacia un lado, a veces hacia el otro y otras veces… no sabes dónde vas. Y cuando uno no sabe dónde va, tiende a quedarse quieto esperando averiguar cuál es el camino que debe seguir. Ese estado de inacción es el peligroso, un estado en el que venga lo que venga no reaccionas, y lo justo alcanzas a levantar los brazos para protegerte.

En ese texto de Eckhart Tolle se menciona demasiadas veces la palabra sufrimiento… No es lo que pretendo transmitir con este escrito. Puedes vivir la realidad, pero parte de ella también es darse cuenta de las cosas que ya no son y de las personas que ya no están. Eso es la memoria. El pensamiento es lo que convierte eso en dolor o no.

Te recomiendo a Jiddu Krishnamurti o leer algo de la práctica del Mindfulness. Todos persiguen lo mismo. Lo que yo aún no he alcanzado :)

Besos!

Sucio dijo...

Realmente maravilloso, me llevo un fragmento para mi blog debidamente citado. Un saludo y respeto.

El Lobo Feroz dijo...

Por ahí hay una persona realmente afortunada de haber caminado parte de su camino contigo, cuando aún sientes así el frío de su ausencia. Ojalá que te haga justicia y también sienta tu falta. Y, sobre todo, ojalá que el frío no te dure mucho. Un beso.

Thabitha dijo...

No me gusta la palabra ojalá… suena a ausencia sin retorno. Supongo que todo consiste en aprender a cambiar… o asumir el cambio ¿no es así? Para ello habrá que borrar la palabra ojalá y cambiarla por un tiempo presente.